jueves, 7 de noviembre de 2013

Incontinencia urinaria femenina


Muchas mujeres, hoy en día, ya consultan por incontinencia.  Aunque es más frecuente por encima de los 50 años, este problema también atañe a mujeres más jóvenes, ya sea tras los embarazos y partos, por sobrepeso, por deportes extremos o hiperlaxitud en los tejidos, entre otras causas.
Aunque la incontinencia en sí, a priori, es un problema de calidad de vida y no por ello deja de ser importante y debe de ser consultado, otras muchas veces puede ser causa o consecuencia de otras patologías, lo cual impera mucho más dicha consulta, al menos para descartalas.
Existen varios tipos de incontinencia con diferentes síntomas con los que con las pacientes se pueden identificar:

  •  Incontinencia de esfuerzo o estrés: es aquella que se manifiesta con la tos, los  estornudos, los esfuerzos abdominales, los cambios posturales. Este tipo se soluciona generalmente con cirugía. Hoy en día existen mallas sintéticas que se colocan por vía vaginal y suspenden a la uretra haciendo que esta coapte mejor y mantenga la continencia de la orina.
  •  Incontinencia de urgencia: suele aparecer en en la quinta o sexta década de la vida y su síntoma principal es la necesidad imperiosa de orinar (urgencia)  que puede llegar a causar perdidas, el aumento de la frecuencia micciónal diurna (polaquiuria) y nocturna (nocturia). Esto se debe a que el musculo detrusor de la vejiga se contrae espontáneamente y sin control sin estar ésta aun llena.  Este tipo de incontinencia suele resolverse con medicación que alivia la sintomatologia ya que actúa inhibiendo la contractilidad del músculo detrusor vesical. También se usa la inyección de toxina botulinica intravesical o la neutroestimulación sacra o del nervio tibial posterior. Determinadas enfermedades neurológicas ( esclerosis múltiple, patología de columna, diabetes mellitus evolucionadas...) también pueden ser la causa.
  •  Incontinencia mixta: es una combinación de las dos anteriores. La mayoría de las mujeres a medida que avanzan en edad, suelen tener una mezcla de las dos ya que muchos factores son comunes y es importante saber cuál de ellas predomina para plantear un tratamiento inicial.
  •  Incontinencia por rebosamiento: se manifiesta como incontinencia con la tos o los esfuerzos o a veces como pérdidas inconscientes de orina. Puede notar pesadez sobre el pubis o sensación de que vacía mal la vejiga. En estos casos es importante descartar patologías neurológicas que puedan afectar a la contractilidad de la vejiga y a la apertura del esfínter o simplemente puede venir dada por malos hábitos miccionales de años de evolución.
En cualquiera de los casos, la mayoría de estas situaciones tienen solución o sus síntomas pueden mejorar por lo que es importante consultarlo con su urólogo.

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