jueves, 28 de noviembre de 2013

La era del PSA


Desde finales de los 80, contamos con una gran herramienta para el despistaje del Cáncer de próstata. El PSA es una proteína producida por la próstata exclusivamente, por lo que la determinación del mismo mediante un análisis de sangre, nos permitirá conocer más, acerca de lo que le pasa a esta glándula.
Muchos pacientes acuden a la consulta ante la aparición de síntomas miccionales que le incomodan para su vida diaria, otros muchos no los refieren hasta que se les pregunta, porque los han considerado "normales para la edad" y se han ido adaptando a ellos, pero cada vez son más los que acuden para una simple revisión porque llegada una edad, creen que así deben hacerlo.
Así es, a partir de los 45 o 50 años, una simple revisión urológica con análisis del PSA y Tacto rectal, debería ser realizada en todos los varones aún estando asintomáticos. Esta consulta, debe adelantarse al menos 5 años en aquellos varones con antecedentes familiares de cáncer de próstata.
La importancia del PSA radica en que nos ayuda a diagnosticar pacientes con cáncer de próstata antes de que éste haya dado ningún síntoma.  Antes de la "era del PSA", el cáncer de próstata que se diagnosticaba, era debido a que el paciente consultaba por síntomas urinarios severos, porque el tacto rectal era anómalo ( próstata indurada o pétrea, algún nódulo...) o porque éste ya se había extendido y daba lugar a otros síntomas. En estos casos, los tratamientos con intención curativa ya no tenían efecto, porque estos tumores ya no eran en su mayoría, localizados u órgano-confinados.
El PSA aumenta por cualquier cosa que le esté pasando a la próstata, ya sea su crecimiento por HBP ( hiperplasia benigna prostatica), por una infección o inflamación aguda o por un proceso tumoral. Esto quiere decir, que no podemos obtener un diagnóstico directamente con sólo determinar el PSA, pero sí nos ayuda a seleccionar a aquéllos pacientes candidatos a someterse a una biopsia de próstata para descartar que dicha elevación del marcador prostático PSA, no sea por un cáncer.  Hay que tener en cuenta que a cada edad y volumen prostático suele corresponder un valor de PSA, y el límite de 4 establecido por los laboratorios como máximo de la normalidad, puede no serlo en pacientes más jóvenes, cuyo valor debe de ser muy inferior a éste, y por el contrario, en pacientes ancianos con una próstata grande y muy sintomáticos, este valor podría ser normal. Por lo tanto, será su urólogo quien deba valorar el caso e interpretar dicho parámetro junto con la clínica y otras pruebas.  Dentro de esa misma analítica, no sólo prestamos atención al psa total, sino que, fracciones o valores derivados de éste ( psa libre, psa complex, % psa libre sobre total) son parámetros que nos permiten una mayor precisión en la selección de los pacientes candidatos a la biopsia.
El que dicha biopsia sea negativa, no descarta para siempre la posibilidad de tener un cáncer de próstata. El paciente debe seguir revisándose según las pautas de su urólogo, y en general, si su psa aumenta en un año o sigue en valores anómalos un año después de la biopsia previa,  habría que plantearse repetirla.
Hoy en día, están surgiendo otras pruebas que nos ayudan en el diagnóstico y despistaje del cáncer de próstata como la Resonancia Magnética 3 Tesla o la  determinación del PCA3 en orina..., pero de momento ninguna de ellas tiene validez suficiente e individualizada para poder prescindir de la biopsia al paciente, aunque sí empiezan a ayudarnos en una más precisa selección de los pacientes y a darnos una imagen de la zona de la próstata más susceptible de ser biopsiada.




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