jueves, 14 de noviembre de 2013

Infección urinaria en la mujer


Muchas mujeres de todas las edades consultan hoy en día por algún episodio de cistitis, o por episodios de repetición. Su prevalencia y la capacidad de irrumpir en la calidad de vida les da una especial importancia, aunque en la mayoría de los casos no están asociadas a ninguna otra patología.
Los principales factores de riesgo son: el sexo femenino, la edad avanzada, el descenso de los estrógenos ( menopausia), el embarazo, la Diabetes mellitus, infecciones previas, litiasis urinarias, sondas en la vía urinaria, anomalías anatómicas del aparato urinario o problemas de vaciado de la vejiga.
Lo fundamental, para empezar,  es verificar mediante un cultivo que existe un  germen asociado a esos síntomas y realmente se trata de una infección de orina. Lo segundo, es realizar una serie de pruebas no invasivas, de inicio, ( ecografía, flujometria...) para descartar alteraciones anatómicas o funcionales en la vía urinaria.  A partir de ahí, realmente hablaremos de infecciones de repetición si se presentan más de 2 episodios en 6 meses o más de 3 en un año.
Los gérmenes más frecuentes son los intestinales. En un 85% de los casos el responsable es un E-Coli seguido por Steptococo Faecalis, Staphilococos saprofitas, Proteus Mirabilis o Klebsiella.
Evidentemente, el tratamiento de una infección de orina, es antibiótico, pero está demostrado que en mujeres sin anomalías del aparato urinario, sin catéteres o antecedentes quirúrgicos en la vía urinaria, no inmunodeprimidas y no embarazadas, es suficiente y recomendable el tratamiento con pautas antibióticas cortas de uno o dos días.
Lo fundamental es iniciar dicho tratamiento de forma precoz ante el inicio de los sintomas y mejor aún, si es posible, haber recogido una muestra de orina previa al inicio del tratamiento.
Existen una serie de medidas profilácticas para evitarlas en la medida de lo posible, y si a pesar de eso, se producen episodios repetitivos, se puede pautar una profilaxis antibiótica con una dosis muy baja o sólo asociada al factor desencadenante si éste está claro ( relaciones sexuales, menstruación...). También existen hoy en día autovacunas que se elaboran en base a los cultivos positivos de la paciente y se administran de forma sublingual durante 2 o 3 meses para ir generando anticuerpos específicos para esos gérmenes.
Es importante distinguir la bacteriuria asintomática, que se trata de tener cultivos de orina positivos en pacientes sin síntomas. Éstas no se tratan salvo en determinadas pacientes con algún factor de riesgo.

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